dijo la cabra:

saber mirar es como hacer fotos sin cámara,"mírame"

viernes, 16 de septiembre de 2011

La mirada de Alba en la última luna llena del verano.(relato)

Sonó el teléfono de Alba sobre las nueve de la noche de un día de septiembre,justo cuando estaba preparando su cena.
-Siiií...
-Hola Alba soy Jero ¿cómo estás?
-Aquí preparando la cena...
-¿Te pillo bien?
-Sí sí,dime Jero.
-Mira,es que estoy como mareado y creo que tengo la tensión así como un poco por las nubes...
-Joder!¿estás en casa?...
-Si...
-Venga no te preocupes,en veinte minutos estoy allí y te llevo al centro de salud...tu tranquilo...
-Vale,te espero,eres única.
Alba dejó lo que estaba haciendo y fue a por Jero,estaba un poco nerviosa,tenía mucho aprecio por Jero,y sabía que tenía una salud muy delicada y desde bien pequeño.
Llegaron a urgencias,pasaron a la sala de espera.Jero miraba al suelo,seguía mareado y Alba cogiéndole la mano miró a su alrededor.
Había un matrimonio mayor y una familia árabe.(Nadie mas).
Salió una anciana y se fue con el matrimonio cuchicheando de sus cosas a un ritmo muy pausado.Entro la madre y la niña de unos siete años,el padre salió fuera, quizá a fumar.
La niña llevaba un oso de peluche al que cogía de un brazo,pero abrazándolo,y miraba fijamente a la enfermera que le hizo pasar,y con la otra mano cogía a su madre.
Alba le comentó a Jero lo bonito de la escena y que estuviera tranquilo,que le bajaría la tensión...
Entonces entró una familia gitana.La abuela era gruesa y llevaba el típico delantal que llevan las mujeres gitanas de su edad,llevaba a un niño de unos tres años,que no los aparentaba porque era muy grande en sus brazos.El niño iba voceando por todo el pasillo y llorando,estaba asustado,y la madre que iba al lado le decía en voz alta que el médico era bueno y que lo iba a curar.El niño insistía que no quería ir al médico y seguía voceando enrabietado.Nadie lo podía hacer callar.Alba le guiñó un ojo,pero no sirvió de nada,y Jero se puso mas nervioso notándolo Alba en su mano,entonces le pasó la mano por la frente,cabeza y nuca.Solo había un remedio que callaría al niño.
Se abrió la puerta,salió la niña árabe con su madre,muy relajada y serena,como entró.Se detuvo,la madre le animó a seguir andando y la niña le dijo a su madre que esperara.Se fue hacia el niño enrabietado,lo miró fijamente y le dijo:
-Toma mi oso,es muy bueno igual que tú,te lo regalo.Y no te preocupes que el médico también es muy bueno.
El niño calló y la niña aligeró el paso hasta alcanzar a su madre que le sonrió a la abuela del niño.La madre del niño la dio las gracias a la niña piropeándola.
Alba quedó estremecida y le dijo a Jero que si la niña salía así de feliz y el niño quedó tranquilo era el remedio     para su tensión,Jero medio sonrió.
Alba dejó a Jero después de que todo fuera bien y se le estabilizara la tensión con una pastilla que le dieron y marchó a casa a devorar la cena que le esperaba.
Cenó,se puso cómoda y se puso un rato en el ordenador(como tú y como yo),revisaba su correo,su red social etc...cuando empezó a escuchar unos sollozos muy extraños.
Eran dos sollozos,uno como de un niño y otro como el de un adulto,continuados y cada vez mas fuertes,le pareció como los lamentos de un niño y a continuación la burla de esos lamentos de un adulto. Después le parecieron los lamentos como simulados,(los del niño)y cada vez prestaba mas atención a lo que podría ser aquello en el silencio de la noche,¿se trataría de algún tipo de maltrato,unos gamberrillos...?
La curiosidad pudo con ella y se asomó a la puerta descubriendo de dónde procedían esos sollozos.Se trataba de dos gatos blanquinegros que estaban en la luz de la luna,al lado de unos contenedores de basura,haciendo su particular ritual amoroso en el silencio de la noche.
No le molestó a los gatos la presencia de la mirada de Alba que siguieron con su ritual,atraídos por lo que la naturaleza les mandaba;movían las colas al mismo compás y llegaron a sincronizar su especie de sollozos al mismo tiempo como si de un coro se tratara.
Alba buscó la luna y se quedó pensativa mirándola.Y cuando estaba concentrada en sus cosas mirándola dejó de escuchar los sollozos.Volvió a mirarlos y comprobó que los gatos habían interrumpido su ritual,quedándose paralizados observando a un perro que iba atado con una cadena a una mujer que rebuscaba en la basura.
Los gatos se fueron,quizá a amarse a otro sitio mas tranquilo y Alba quedó mirando a la mujer con una mirada de incomprensión hacia ella.Alba la conocía y sabía que rebuscaba no por necesidad o por su miseria.La mujer era de su mismo barrio y padecía la enfermedad ésta de buscar en las basuras y almacenarlas en su casa(que alguien me podría decir cómo se llama en los comentarios de este relato).A esta mujer le había tocado un premio de veinte mil euros en los iguales hacía poco,y fue una noticia muy sonada en el barrio.
La mujer después de revisar los dos contenedores se fue con su perrito y una bolsa de basura en la mano.
Alba miró otra vez la luna que estaba llenísima,le vino a la cabeza su adolescencia,cuando le dijo una vez a Miguel,del cual se enamoró,que cada vez que mirara la luna supiera que ella también la estaría mirando pensando en él,y que él debería hacer lo mismo para tener siempre ese nexo en sus vidas, pasara lo que pasara.



Después sonrió,se metió en casa,apagó el ordenador y se acostó.